viernes, 14 de diciembre de 2012

Carpooling, una visión diferente de la movilidad urbana


Recientemente he recibido esta infografía sobre el carpooling por cortesía de Allison Morris. El carpooling es una forma de entender la movilidad utilizando los automóviles de forma compartida entre varias personas. Es una manera de ahorrar tiempo, dinero y de proteger nuestro planeta del insaciable crecimiento económico. El carpooling propone un poco de racionalidad en uno de nuestros principales comporta-mientos sociales: la movilidad.

Actualmente en los Estados Unidos de América hay 250 millones de automóviles, sale una relación de más de un coche por cada adulto; lo que se traduce en que para que funcionen sus vehículos necesitan consumir una 1/5 parte de la producción mundial anual de petróleo, el equivalente a la cantidad transportada 
diariamente por 6 barcos superpetroleros.

El 78% de los conductores utilizan los automóviles de forma unipersonal y sólo 1 de cada 10 individuos comparte su vehículo habitualmente, de los cuales 3/4 partes lo comparten sólo con otra persona (que habitualmente es el cónyuge).



Sin embargo, es muy interesante saber que el 10% de los trabajadores norteamericanos que suelen practicar el coche compartido (carpooling) producen los siguiente impactos:
  • Ahorran 85 millones de galones de combustible al año.                        
    1 galón = 3,78 litros
  • Evitan un total de 56.000 millas de tráfico en las carreteras.
  • Ahorran 1.100.000.000$ en combustibles y costes de mantenimiento por el uso de los automóviles.
El ahorro que produce el coche compartido se incrementa sustancialmente cuando mejoramos la ratio de personas que viajan en el mismo vehículo, por ejemplo: el coste mensual de un viaje de 100 millas (161 km) con un vehículo que sólo lleva al conductor asciende 508$, si viajan dos personas en el automóvil el coste ya es de 254$ y si circulan 3 viajeros se reduce a 169$ por persona.

Las personas que no pueden practicar el coche compartido (carpooling) pueden utilizar la opción del servicio de alquiler de coches por unos días o unas horas (pe. zipcar). Las personas que alquilan coches suelen conducir una media de un 31% menos que quienes tienen un automóvil en propiedad, lo que significa una reducción de 482.170 toneladas en emisiones de CO2 a la atmósfera.


Un coche en propiedad que circule 12.000 millas/año a una velocidad media de 30 millas/hora, puede convertirse en un ahorro de 1.834$ si se sustituye por un servicio de alquiler de coches (carsharing).

La última propuesta que nos hacen en esta infografía es una simulación: si una vez a la semana todos circuláramos compartiendo o alquilando los automóviles se estima que se reduciría el tráfico en un 20%.

La propuesta que te hacemos con esta infografía es que pruebes el coche compartido (carpooling) o de alquiler (carsharing).

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sábado, 1 de diciembre de 2012

La globalización de la economía y sus consecuencias en la logística y el transporte.


A mediados del siglo pasado importantes cambios económicos comenzaron a producirse a escala mundial definiendo nuevos modelos de producción y de  intercambios comerciales, todavía vigentes, que han decidido la evolución de los sistemas de transporte y distribución.

Hoy en día se utilizan con naturalidad conceptos que han sido totalmente asumidos en nuestro vocabulario: globalización, internacionalización, deslocalización… Las multinacionales, finalizada la Segunda Guerra Mundial, fueron los principales agentes económicos que promovieron el desarrollo del comercio y las relaciones globales (su propia estructura les obliga a ello). Las multinacionales, por su naturaleza, incentivan un mercado de concurrencia imperfecta. El mercado de concurrencia imperfecta se basa en el comercio entre grandes firmas comerciales o entre sus filiales y la sede central de la multinacional. La tendencia a interrelacionarse entre ellas promociona el comercio y el transporte internacional. Las inversiones extranjeras potencian notablemente el comercio exterior (en España por ejemplo lo vemos en el sector de la automoción.) La inversión extranjera hay que considerarla como un catalizador del comercio internacional en cualquier país.
(Más información en 
Revista de Economía Mundial  año 2000 "Integración económica y comercio internacional". de  J.G. Sequeiros Tizón.) 


Aparecen cambios en los procesos productivos y en la logística.

A medida que fue avanzando el siglo XX los mercados en los países desarrollados ya eran demasiado maduros para las tasas de crecimiento que algunas empresas buscaban. El proceso de internacionalización productiva se había convertido en un elemento esencial para alcanzar esas tasas de crecimiento, de manera que muchas empresas decidieron sacar parte de su proceso productivo al extranjero; es lo que se conoce como deslocalización industrial. La búsqueda de una mayor rentabilidad y la reducción de los costes les obligaban a trasladar la fabricación de sus mercancías a lugares más o menos lejanos, donde la mano de obra era barata, los impuestos bajos y la legislación laboral y ambiental mucho más laxa. Una reducción de los costes productivos y una menor presión social y legislativa les permitían compensar, con creces, los mayores costes que suponía transportar sus productos a los mercados de  las naciones más desarrolladas. La consolidación en el mercado mundial de países industriales emergentes como Singapur, Corea del Sur, Tailandia, China, Taiwán, India, Brasil… propiciaron que muchas empresas establecidas en nuestras latitudes se deslocalizaran para conseguir su supervivencia o para satisfacer las expectativas económicas de sus accionistas. 

Por otra parte, las nuevas técnicas de producción que se han desarrollado con las nuevas tecnologías han conseguido la reducción de los costes de fabricación. Por ejemplo el conceptojust in time” (JIT) supone la fabricación del producto en el momento que se necesita, porque ya tiene un cliente que lo ha solicitado, otro concepto es just in sequence” (JIS) que permite el montaje en cadena de productos diferenciados en la secuencia de producción y a la demanda del comprador. La reducción de stocks con estas técnicas de producción permite disminuir los costes financieros del capital inmovilizado, de los seguros y de los mantenimientos. Estos nuevos conceptos y técnicas de fabricación que van adquiriendo las empresas han operado una sustancial evolución en la logística y en los medios de transporte, llegando a unos grados de complejidad que muchas empresas difícilmente pueden asumir de manera directa, sin embargo, la logística y el transporte se convierten en elementos fundamentales en los nuevos procesos de producción, aunque no sean propiedad de la compañía fabricante. De esta forma una parte muy significativa de la tensión del proceso productivo pasa de las factorías a las infraestructuras y a los operadores logísticos, que participan plenamente de la cadena de producción con los abastecimientos y la distribución. Este cambio ha tenido efectos colaterales en algunas infraestructuras cuyo ejemplo lo vemos en el incremento de los atascos o congestiones de tráfico cerca de los polígonos industriales o de los puertos.

Actualmente los fabricantes observan con otros ojos el transporte y la logística, pues ya no son sólo unos costes que hay que asumir en las cadenas de abastecimiento y distribución de sus productos, ahora pueden aportar un valor añadido (por ejemplo el tiempo de respuesta a las remesas solicitadas por los clientes) que incrementa la competitividad de las mercancías en mercados cada vez más maduros, donde el precio ya tiene un margen demasiado pequeño para poderlo recortar, los productos cada vez tienen una vida más corta (así no se da margen a la competencia) y los clientes son más exigentes y caprichosos. La economía de escalas que pueden aportar los grandes operadores logísticos: alquiler de almacenes, fletes de trenes multicliente, utilización puntual de material altamente especializado, procedimientos de actuación homologados… reduce ampliamente los costes. La calidad del servicio se consigue con su elevada especialización y flexibilidad, de manera que las fábricas pueden incrementar su productividad. Otro aspecto muy atractivo para los fabricantes es la posibilidad de convertir en sus balances los costes fijos de su actividad logística en costes variables cuando contratan a operadores que se encargarán de ella, de esta forma los costes logísticos pueden adaptarse a las fluctuaciones productivas que a lo largo del tiempo sufren las empresas. El modelo de fabricación postfordista (desarrollado por Toyota) ha impulsado la producción diseminada de los diferentes componentes del producto final - es el outsourcing o subcontratación-, quedando el montaje definitivo del producto para el fabricante poseedor del nombre de la marca. No obstante, 
la subcontratación no siempre resulta una solución valida para todas las empresas. La necesidad de unos medios de transportes fiables y flexibles es una de las piedras angulares de este modelo de producción globalizado. 


Los cambios en el comercio internacional y los nuevos polos de atracción económicos.

Como ya hemos dicho anteriormente fueron las compañías transnacionales las que impulsaron el comercio internacional, pero no sólo ellas, también las instituciones y los gobiernos se organizaron para canalizar y potenciar esas tendencias económicas. En la segunda mitad del siglo XX se realizaron sucesivas reuniones institucionales para crear las reglas del GATT  y la Organización Mundial del Comercio (WTO) con la finalidad de favorecer la expansión de los negocios internacionales. Se establecieron protocolos, normas y estándares técnicos y jurídicos que promocionaron el comercio.

El desarrollo del comercio internacional se basa en la existencia de grandes polos económicos: americanos, europeos, asiáticos… estos últimos actualmente son los más dinámicos, pero en paralelo al desarrollo de estos grandes polos económicos urbanos se configuraron alianzas a partir de tratados políticos entre los diferentes Estados, que paulatinamente  llevaron a un proceso de regionalización económica. La Unión Europea, el Tratado de NAFTA, Mercosur son ejemplos de estas nuevas regiones económicas, aunque con distinto grado de integración. Actualmente el comercio de los productos manufacturados está perdiendo peso en Europa occidental por la competencia de los productos asiáticos. Esta situación genera unos cambios estructurales que se reflejan, por ejemplo, en el crecimiento de los espacios dedicados al almacenamiento de productos  acabados y fabricados en el extranjero o en tránsito, por el contrario disminuyen los espacios dedicados al almacenamiento de productos semielaborados necesarios para la fabricación de productos finales.






En conclusión, la progresiva interconexión de los mercados, la internacionalización de las empresas, la normalización mediante acuerdos de los términos y los protocolos del comercio internacional, la subcontratación y el desarrollo de las nuevas tecnologías han restado importancia a la actividad fabril dentro de los procesos de producción, o bien la han trasladado a otros lugares del planeta con costes operativos inferiores, por el contrario se ha incrementado notablemente la importancia que tienen las actividades logísticas y del transporte. La aparición del contenedor y el creciente desarrollo del transporte multimodal en estas últimas décadas están obligando a la modificación de los acuerdos comerciales interna-cionales. 
Las multinacionales han sido los motores de la globalización de la economía, pero no podemos olvidar que  fueron los medios de transporte una de las principales correas de transmisión en este inmenso impulso económico. Sin embargo, cada medio de transporte se ha adaptado, de mejor o peor manera, a los cambios que los nuevos flujos económicos han impuesto en un mundo cada vez más globalizado e interconectado. ¿A quién crees que le ha ido mejor... al transporte aéreo, al marítimo o al terrestre?






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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Compartir coche y casa es la opción mayoritaria de los españoles para el Puente de Todos los Santos







  • Del 1 al 4 de noviembre se prevén más de 5,5 millones de desplazamientos, la mayoría de corta distancia para regresar al pueblo o hacer turismo interior, optando como forma de viajar compartir coche y casa para abaratar costes. 
  • La mayoría de los hogares españoles aprovecha estas festividades como alternativa a las vacaciones ya que el 44’5% no puede permitirse viajes de ocio de una semana al año, según un reciente estudio del INE.
  • BlaBlaCar, la red social para viajar en coche compartido ha incrementado por 5 los viajes para este puente respecto al año anterior. 


Madrid, 29 de octubre de 2012.- Compartir coche para viajar y alojarse en la casa familiar o de amigos es la opción mayoritaria de los españoles para este Puente de Todos los Santos según indica BlaBlaCar, la red social para compartir coche en España y Europa. Del 1 al 4 de noviembre, la Dirección General de Tráfico, prevé que se produzcan más de 5,5 millones de desplazamientos, sobre todo a corta distancia, debido  a la tradicional visita a los cementerios de pueblos y ciudades de toda España.

La mayoría de los hogares españoles aprovecha estas festividades  como alternativa a las vacaciones ya que el 44’5% ni siquiera puede permitirse viajar una semana fuera de casa al año, según desvela un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística.

A este dato se suma este año la estimación de la “Encuestan anual de Movimientos Turísticos españoles” elaborada por IET que sitúa en sólo un 23% los viajes que se hacen con reserva previa para este puente. Esta situación se debe a la contención de gastos de los españoles que optan por alternativas al momento de viajar, como compartir coche que ha experimentado un incremento del 400% respecto al pasado año, según BlaBlaCar, o el alojamiento en viviendas de familiares y amigos, con un porcentaje del 38’5% según el Instituto de Estudios Turísticos.

A este cambio de tendencia ha contribuido tanto la subida del IVA el pasado mes de septiembre como el aumento del precio de los carburantes del 12% respecto a las mismas fechas del pasado año.

Para ayudar a afrontar estas subidas, Vincent Rosso, Country Manager de BlaBlaCar en España y Portugal, recomienda viajar más en coche compartido, y asegura que “los usuarios de la web ofrecen ya más de 2500 viajes” para estas fechas señaladas.

El coche en el punto de mira

Como viene siendo cada vez más habitual, el coche ha sido el principal medio de transporte dentro del territorio nacional durante el pasado año, con un porcentaje del 81,9% sobre el total ‐8 de cada 10  desplazamientos internos‐ según la Encuesta de Movimientos Turísticos de los Españoles (Familitur).

Sin embargo, pese a los incentivos en la venta de vehículos, el mantenimiento del coche familiar es cada vez más caro: el depósito medio de 55 litros cuesta ya 82’3 euros para los de gasolina y 78’5 euros para los de gasoil, mientras que la revisión de la ITV ha aumentado un 3’9% respecto al pasado año.

Además de ayudar al ahorro, Rosso explica que con BlaBlaCar “se ha disminuido las emisiones de CO2 en 500,000 toneladas desde el inicio de la web gracias al aprovechamiento de los asientos libres compartiendo coche y gastos”, lo que también contribuye en menor medida a reducir “los atascos en las salidas y entradas de las ciudades”.

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jueves, 1 de noviembre de 2012

Conductores agresivos y violencia vial



El cuerpo humano es un carruaje; el yo es el conductor,
el pensamiento las riendas, los sentimientos los caballos.
(Platón)
Creative Commons, foto de Antonio Herrera










La sociedad occidental fomenta la competitividad desde que somos niños. Ya en la escuela nos preparan para un mundo donde, si de lo que se trata es de perder; mejor tú que yo. La competitividad la vemos positiva para poder evolucionar y avanzar en nuestra civilización. Para quitar el carácter peyorativo preferimos hablar de ambición, pero la competitividad también genera  ambientes propicios para la agresividad. La lucha por la supervivencia nos obliga en muchas ocasiones a adoptar comportamientos agresivos: sea para defendernos, sea para atacar. Cuando nos convertimos en tráfico también aparece la agresividad, muchos expertos y organismos internacionales (entre ellos la Organización Mundial de la Salud) hablan de violencia vial.


¿Por qué algunas personas son más agresivas cuando conducen?

Ya he reflexionado sobre este tema en anteriores posts. Conducir un vehículo activa determinados mecanismos psicofísicos que nos otorgan una mayor capacidad de reacción ante situaciones inesperadas –ponemos mayor atención y por tanto reaccionamos antes- pero conducir también provoca un mayor nivel de agresividad y en muchas personas potencia su carácter violento. Cuando vamos al volante sentimos mayor impunidad ante las actitudes violentas que ejecutamos: bocinazos, velocidades inapropiadas, distancias de seguridad incorrectas, aceleramos mientras nos adelantan… eso sin llegar a los casos más extremos, las agresiones físicas. Tenemos una sensación de anonimato y seguridad al estar “enlatados” dentro del habitáculo porque no nos sentimos tan vistos, y en caso de serios problemas siempre está la "valiente alternativa" de la huida (aunque matrícula, testigos, cámaras de seguridad, mecánicos y técnicas de investigación  policiales son factores que están para evitarlo). El vehículo se convierte en un añadido de la distancia personal –mi territorio-  donde sólo entra quien yo quiero. En los seres humanos el sentimiento de territorialidad es tanto o más poderoso que el que pueda tener otra especie animal. Muchas personas tienen un impulso competitivo extremadamente elevado (podemos encontrar en nuestra memoria un rostro al que poder asociarlo). Demasiada competitividad acarrea agresividad y ésta genera sentimientos de ira y venganza que señorean dentro de los lindes de nuestro territorio móvil.


“Pero qué está haciendo ese…”

“¿Vistes cómo me cerró el paso?”

“Se va a enterar con el bocinazo que le voy a pegar…”

En ocasiones la agresividad surge como un acto de defensa al sentirse incomodado, en otras ocasiones presionamos al que está delante porque nos sentimos molestos por el que viene detrás (efecto vasos comunicantes), en el tráfico lo vemos con la gestión de las velocidades, en la empresa con las jerarquías y el flujo de las responsabilidades.

El perfil de un conductor agresivo se relaciona con los siguientes atributos: cínico, rudo y colérico, aspectos que suele mostrar no sólo mientras conduce sino en el trabajo o en su casa, pero conduciendo es cuando más fácilmente aparecen estos atributos de su personalidad a la vista de sus acompañantes y de sus víctimas. Otra característica asociada a ese tipo de conductor es la falta de empatía hacia los otros conductores o peatones con los que comparte el espacio público.


¿Qué causas motivan la agresividad cuando conducimos un vehículo?


La casuística  en la violencia vial es extensa y aquí solamente haré una aproximación. Las hay internas que están dentro de cada individuo y las hay externas o ambientales. Cada individuo tiene unos niveles de irritabilidad que potencian la agresividad ofensiva o niveles de susceptibilidad que desembocan en agresividad defensiva. Cada persona tiene diferentes grados de tolerancia a múltiples estados emocionales: tristeza, preocupación, frustración, cólera, excitación… que modificarán de forma diferente nuestras reacciones con mayor o menor grado de violencia. Y será nuestra capacidad para controlar de forma adecuada esas emociones la manera de controlar muchos de los impulsos que tenemos cuando conducimos -de ahí la cita inicial del filósofo Platón en este post-. Entre los factores externos o ambientales destacan la temperatura o el grado de humedad (ver post anterior), el nivel de ruido también es importante, sobre todo si no se tiene un control en su volumen ni en su duración, provocando irritación y agresividad. Finalmente no podemos olvidarnos de las congestiones de tráfico en las carreteras, que según sea su duración o la disponibilidad de tiempo que tengamos, pueden llegar a provocar frustración y terminar en actuaciones muy agresivas.


Los grados de una conducta agresiva

Fases
Actuaciones
Primera fase: El objetivo es que el otro conductor se sienta mal, realizando un ataque moral
Ridiculizar, blasfemar, insultar, realizar gestos inapropiados o muecas.
Segunda fase: Se mantiene el objetivo pero se deteriora el razonamiento
Se incrementan gradualmente las características descritas en la primera fase, se comienza a perder la conciencia racional.
Tercera fase: Se provoca directamente al otro conductor
Se le acosa (se le hacen luces, se irrumpe en la trayectoria de su vehículo, se produce una detención abrupta frente a su vehículo…)
Cuarta fase: Se agrede físicamente al otro conductor
Desaparece la autocontención y se deja paso a la violencia verbal y física hacia el otro conductor.

Fuente: Postgrado Seguridad vial laboral Universidad de Valencia

El aprendizaje observacional es una de las formas naturales que tenemos de adquirir experiencias, sean éstas positivas o negativas. De manera que:

“Si veo que alguien lo hace mal y consigue su objetivo, yo haré lo mismo”. 
Este planteamiento asumido por muchas personas contribuye a la expansión de malos hábitos y comportamientos en la carretera. La violencia vial se expande por imitación ante la falta de enseñanzas por una correcta educación vial, independientemente de las sanciones, porque necesitamos una efectiva coerción socio-cultural con la que poder combatir ese estilo de vida tan egoísta.





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Aggressive drivers and road violence (english version)


The human body is the chariot; the self is the driver;
  thoughts are the reins; and feelings the horses.
 (Plato)
Creative Common, Photo by  Antonio Herrera







The occidental society encourages competition from our childhood age. Already in school we are prepared for a world, in which – where losing is concerned – it might better be you than me. Competition is seen as something positive to evolve and advance in our civilization; and to diminish its pejorative character we talk about ambition. However, competition is also a source that generates environments prone for aggressiveness. The fight for survival obliges us in many occasions to adopt aggressive behaviours – bee it to defend ourselves or to attack. In the world of traffic a lot of experts and organizations (the World Health Organization among them) talk clearly about “road violence”. 


Why some people are more aggressive when they drive?
In previous posts I have already reflected on this topic. To drive a car activates determined psycho-physical mechanisms, which grant us a bigger capacity for reaction in unexpected situations – we pay higher attention, that’s why we react faster. However, driving also provokes a higher level of aggressiveness and in many people it potentiates their violate character. We feel a higher impunity to violent attitudes we are exercising while driving: blowing the horn, inappropriate speed, incorrect security distances, we accelerate while others are overtaking us…putting aside even more extreme cases. We have the feeling of anonymity and security while being encaged inside the driver’s cab, where we feel unobserved. And, in case of problems, there is always the “brave alternative
 of flight (in spite of the existence of number plates, testimonies, security cameras, car mechanics and police investigation techniques to prevent it). The car is converted into an addition to my personal distance – my territory – where only those enter that I want to. In human beings the sense of territory is as or even more pronounced than the one an animal species might have. Many people have an extremely developed competitive impulse (everyone can find a face in his memory to whom this may apply). Too much competiveness causes aggressiveness and this generates feelings of rage and vengeance which run free within the confines of our mobile territory.

“But what is he doing?” 
“Have you seen, how he barred my way?” 
“He will notice when I blow my horn.”

Sometimes aggressiveness surges as a defence mechanism when we feel uncomfortable. In other occasions we exercise pressure on the one before us, because we feel lobbied by the one behind ; in the traffic system we can observe this phenomenon in the speed management; and in the companies in the hierarchies and the flow of responsibilities.

The profile of an aggressive drivers is associated with the following attributes: cynical, rude, without empathy and that he not only exhibits them while driving but also at work or at home, but while driving those attributes of his personality are easiest to detect by his fellow passengers and his victims.


What motivates aggressiveness while driving?
The casuistic in road violence is very extensive and I will only make an approximation. There are internal casuistics which remain inside of each individual and there are external or environmental cases. Each person has an irritability level where the offensive aggressiveness or the sensitivity is potentiated, which concludes in defensive aggressiveness. Each person has different tolerance levels to a large variety of emotional states: for example sadness, preoccupation, frustration, rage, excitation…, and they modify our reactions in different ways to a higher or lower degree of violence. In the end it will be our capacity to control those emotions in an adequate way, that will make us control many of the impulses we have while driving. Among the external factors, heat or the degree of humidity have to be pointed out (see anterior post). Also the acoustic level is important, above all if its volume or duration are not taken into consideration, which provoke irritation and aggressiveness. Finally we must not forget the traffic jams, which according to its duration or our time available can provoke frustration and which can conclude in very aggressive actions.

Degrees of aggressive behaviour:

Phases
Actions
First phase: The objective is that the other driver feels bad making a moral attack.
To ridicule, blaspheme, insult, to make inappropriate gestures or faces.
Second phase: the objective is the same but the argumentation deteriorates
Gradually the characteristics described in the first phase are aggravated, one starts to lose rational thought.
Third phase: the other driver is directly provoked
He is harassed (light flashing, irruption in the path of the other’s car, producing an abrupt detention in front of the other’s vehicle…)
Forth phase: the other driver is attacked physically
The auto-control disappears and verbal and physical violence open their path toward the other driver.




Learning by observation is one of the natural ways we have to gain experience, no matter whether it is positive or negative.

“If I see that somebody is behaving badly but reaches his objective, I will do the same”.

This posture adopted by a lot of people contributes to the extension of bad behaviour on our roads. Road violence extents itself due to imitation, due to the lack of education about the correct behaviour in the traffic system, and because we are in need of an effective socio-cultural coercion which fights this egoistical lifestyle.






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martes, 16 de octubre de 2012

Our relations with “the others” in mobility (english version)

Writers - tireless observers of our society - have reflected in their works the different forms of sociability which our mobility provides; examples of which we find in novels like “Murder on the Orient Express” or in films like “Titanic”. In these stories the plot unfolds on a journey, the sociability is reflected in the dialogues of its characters as well as the social segregation which the means of transport itself exerts on its passengers. First and second class in the 19th century, in the 20th century the business and tourist classes and now in the 21st century we have the low-cost class…We are collective animals, we live in society and when we move, we do so through her. We are surrounded by persons - like ourselves –who cause us – knowingly or unawares – different emotional reactions, some of them positive and some of them negative. Travelling causes us a change of rhythm, which we wouldn’t have in different circumstances (with regard to the different rhythms we go through, since we get up until we reach our workplace, changes we will feel still more if we are subject to a fixed work schedule which obliges to use collective transport). Another aspect which might influence us emotionally – more or less according to the character of the person – are the short distances. We know this very well if we go by underground, bus or train and more if those are overcrowded. We all have our personal space which in this case necessarily is invaded, by the body heat or by body odour…if we go by public transport we are not only going from one place to the next, we are also travelling through society perceiving in an anonymous but direct way the multiple forms that the human diversity acquires. Mobility obliges us to share public spaces with strangers and here the concept of unconquerable proximity comes up where glances play their role: Brief glances which avoid visual contact or which cross themselves with those of the other person, sideways glances with which we are prying about what our unknown companion is looking at or reading.

I include in this blog a video about the luxury train Andean Explorer which gets to circulate at the height of 4.000 m. In this recording of a private person, I like especially the fact that it reflects the view of a traveller through such an extraordinary society as is the Andina, but from the bubble of a upscale train.





George Amar talks in his essay on “Homo Mobilis” about the personal relations in the transport and more concretely about the co-presence and the promiscuity of the users of public transport, which traditionally has been viewed as something depreciative and which is exceeded by individual or restricted transport where one can decide freely if he or she wants to travel alone or in company.

The division between public-collective transport and private-restricted transport is currently diluting itself, as means of transport appear that transcend the traditional ways. Now there is not only the taxi; the shared car; the public cycling or the car-sharing have overcome this segmentation between the private and public; between the individual or restricted and the collective. Those are changes that have been supported by the evolution of the new information technologies and they are changing our perception of accessibility and connectivity between persons. More and more the social networks are converting themselves in socializing structures which amplify our capacity to get to know far away people and places. These new digital contacts are people with whom we share determined spaces and services in places which facilitate our communication. We should not be surprised about the symbiosis between the social applications and the transport services which need Twitter or Facebook. 91 % of the accesses to internet with a mobile phone are carried out to realize socialization actions (source: www.whybrand.com). Sometimes it’s the transport companies themselves which create their own communication channels in order to facilitate this necessity to get to know each other and to generate sufficient confidence to share the journey with “the other”.

In infographies as for example the one published by www.futureofcaresharing.com the current situation about new ways to share transport means is shown (something that already existed but in a much more rudimentary form, via the traditional communication “mouth to ear”). Today we have different forms to share things in internet which we will see by means of some examples of different infographies:

Peer to Peer (P2P):
Where the owners of cars which they want to rent and drivers who are willing to pay a rent to drive them are made to coincide in the market. Examples are: Whipcar, Relay Rides, Wheelz, Getaround…Organizations which promote the use of a shared car appear like Carsharing.com, Bluemove, Carsharing, which establish contact channels by which they reach agreements on a private basis, which allows people to travel together through mutual interest; or another variant which we can find in the nautical field with Findacrew.net. There are also multiple applications to share information of interest for the drivers like Waze, very much used to localize petrol promotions, information about traffic congestions, accidents, the state of the roads…this information is growing and it is updated by the users themselves.

Business to consumer (B2C):
Refers itself to companies owners of vehicles which facilitate the interchange between its members, its employees or its clients, such as the car producers Peugot, SEAT, BMW, renting companies like Hertz…and car-sharing companies like Zipcar, GoGet…

Not for profit (NFP):
These are organizations without purpose of gain which facilitate the interchange of cars to change the habits of mobility, for example City Car Share, I-Go Chicago, Philly Car Share…

In order not to elaborate too widely in this post I would like to touch only very shortly the systems to share information Machine to machine (M2M). Intelligent mobility services based on Cloud-computing architectures for companies whose employees have a high mobility ratio with a large necessity of coordination, security and control, examples are: AddFleet, Bixpe de Abbanza, the Getaround mentioned above can also be included in this group…

Currently, many people not only connect themselves by personal computer or laptop, but the new mobile devices have achieved that internet travels with us and in turn is changing our mobility depending on the degree of our connectivity. When we hold devices in our hands that permit us to keep talking to our acquaintances, that keep us busy and informed, those devises are changing our perception of the time we need for travelling. Internet modifies the paradigm of “the other” while we are moving, because while on the one hand it approaches us to third persons facilitating us contact in a virtual socialization, on the other hand it shuts us up in a bubble which isolates us from the people at close range to us with whom we are sharing the itinerary. Currently we are making a reinterpretation of the public spaces in which we move – both real and virtual. Are we aware of this change?




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lunes, 15 de octubre de 2012

Nuestras relaciones con "los otros" y la movilidad.


Los escritores, incansables observadores de nuestra sociedad, han reflejado en sus obras las diversas formas de sociabilidad que plantea nuestra movilidad; ejemplos los encontramos en novelas como “Asesinato en el Orient Express” de Agatha Christie o en películas como "Titánic". En esas historias sus tramas se producían mientras se viajaba, la sociabilidad quedaba reflejada en los diálogos de sus actores y  en la segregación social que el propio medio de transporte ejercía sobre sus pasajeros, por ejemplo: las categorías de primera y segunda clase en el siglo XIX, en el XX eran las clases business y turista y ahora en el siglo XXI tenemos la categoría low-cost…

Somos animales sociales, vivimos en sociedad y cuando nos movemos lo hacemos a través de ella. Estamos rodeados de personas que como nosotros también se mueven y nos ocasionan –consciente o inconscientemente- diversas reacciones emocionales positivas o negativas. Desplazarnos supone unos cambios de ritmo que en otras circunstancias no tendríamos (pensemos en los diferentes ritmos por los que pasamos desde que nos levantamos de la cama hasta que llegamos a nuestro puesto de trabajo, cambios que notaremos todavía más si nos adaptamos al imperativo de los horarios fijos a los que nos someten los transportes colectivos). Otro aspecto que puede afectarnos emocionalmente, en mayor o menor medida según las personas, son las distancias cortas. Lo sabemos muy bien cuando viajamos en el metro, en autobús o en el tren y van repletos de personas. Todos tenemos nuestra distancia personal que en esos casos necesariamente se transgrede, podemos añadir el calor corporal, el olor… Cuando viajamos en transporte público colectivo no nos desplazamos simplemente de un lugar a otro, también estamos viajando a través de la sociedad percibiendo de forma anónima, pero cercana, las múltiples formas que adquiere la diversidad humana. La movilidad nos obliga a compartir espacios públicos con desconocidos y aparece el concepto de la proximidad infranqueable en donde las miradas juegan su papel: miradas furtivas que evitan el contacto visual, o que se entrecruzan con las del otro, miradas periféricas con las que curioseamos lo que está viendo o leyendo nuestro  acompañante desconocido. Como dice la expresión: "estamos juntos pero no revueltos."


Incorporo en este post un vídeo sobre el recorrido del tren de lujo Andean Explorer que llega a circular a 4.000 m de altura. Me gusta esta grabación hecha por un particular, pues refleja la mirada de un viajero a través de una sociedad tan extraordinaria como la andina, pero desde la burbuja de un tren de alto standing... 



George Amar en su ensayo Homo Mobilis habla de las relaciones personales en los transportes. Las concreta en la copresencia y la promiscuidad de los usuarios del transporte colectivo, que tradicionalmente se ha visto como algo peyorativo, superado por el transporte individual o restringido, en el cual se puede elegir libremente si se desea viajar solo o en compañía.

La división entre transporte público/colectivo y privado/restringido actualmente se está empezando a diluir ya que aparecen maneras de desplazarnos que transcienden las tradicionales. Y no me refiero sólo al taxi; el coche compartido, la bicicleta pública o el carsharing han superado esa segmentanción entre lo público y lo privado; entre lo individual o más restringido y lo colectivo. Son cambios que han venido apadrinados con la evolución de las nuevas tecnologías de la información y que están modificando nuestra percepción de la accesibilidad y la conectividad entre las personas. Cada vez más las redes sociales se están convirtiendo en las estructuras de socialización que amplían nuestra capacidad de conocer a gente y lugares más remotos. Los nuevos contactos digitales son personas con las que compartimos determinados espacios o servicios en "lugares" que facilitan nuestra comunicación. No nos debe de extrañar la simbiosis que hay entre las nuevas aplicaciones sociales con los servicios de transporte que necesitan herramientas como Twitter o Facebook.  El 91% de los accesos a Internet con un dispositivo móvil son para realizar acciones de socialización (
fuente: www.whybrand.com). A veces son las mismas empresas ofertantes del servicio de transporte las que crean sus propios canales de comunicación para facilitar esa necesidad de conocerse y generar la suficiente confianza para compartir el viaje con "el otro". 


En infografías como la publicada por www.futureofcarsharing.com se muestra la situación actual de un nuevo modo para compartir medios de transporte (algo que antiguamente ya existía pero de una forma mucho más rudimentaria, la tradicional comunicación boca-oreja). Hoy  tenemos diversas formas de compartir en Internet y lo vemos con algunos ejemplos según tipologías:

Peer to peer  (P2P) Donde se hace coincidir en el mercado a los propietarios de coches que los tienen disponibles para alquilar, con los conductores que están dispuestos a pagar un alquiler por su utilización. Ejemplos Whipcar, Relay Rides, Wheelz, Getaround… Aparecen organizaciones que fomentan el uso del coche compartido como Carsharing.com, Bluemove Carsharing, los cuales establecen canales de contacto para que lleguen a acuerdos de forma privada que les permitan compartir un viaje por mutuo interés, otra variante la podemos encontrar en el mundo náutico con Findacrew.net. También hay múltiples aplicaciones para compartir información de interés para los conductores como Waze, muy utilizada para localizar buenas promociones de combustible, información sobre atascos, accidentes, estado de las carreteras… cuya información crece y se actualiza a partir de sus propios usuarios

Business to consumer (B2C) Se refiere a empresas propietarias de vehículos que facilitan el intercambio entre sus miembros, sus colaboradores o sus clientes. A nivel de fabricantes podemos mencionar Peugot, Seat, BMW… empresas de alquiler como Hertz… y empresas de car-sharing: Zipcar, GoGet…

Not for Profit (NFP) Son organizaciones sin ánimo de lucro que facilitan el intercambio de coches con el objetivo de cambiar hábitos de movilidad: City Car Share, I-Go Chicago, Philly Car Share…

Para no alargarme demasiado en este post me gustaría mencionar muy brevemente los sistemas para compartir información Machine to Machine (M2M). Servicios de movilidad inteligente basados en arquitecturas Cloud-computing para las empresas que tienen colaboradores de elevada movilidad con ámplias necesidades de coordinación, seguridad y control, ejemplos: AddFleet, Bixpe de Abbanza, el anteriormente mencionado Getaround también puede incluirse en este grupo…

Actualmente muchas personas no solo nos conectamos a Internet a través del ordenador personal o el portátil, los nuevos dispositivos móviles han conseguido que Internet viaje con nosotros, cambiando a su vez nuestra movilidad en la medida que tenemos conectividad. Cuando tenemos en nuestras manos unos dispositivos que nos permiten seguir hablando con nuestros conocidos, nos entretienen o nos informan, y a su vez están cambiando nuestra percepción del tiempo de desplazamiento. Internet modifica el paradigma "del otro" cuando nos movemos, porque mientras que por un lado nos aproxima a terceras personas facilitándonos el contacto en una socialización virtual, por otro lado nos encierran en una burbuja que nos aísla de las personas más próximas con las que estamos compartiendo un itinerario. Actualmente estamos realizando una reinterpretación de los espacios públicos -físicos y virtuales- por los que nos movemos. ¿Nos damos cuenta de este cambio?






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