Siempre que paso en coche por la Ronda Litoral de Barcelona tengo que hacer verdaderos esfuerzos para que no se me vayan los ojos hacia el Puerto de Barcelona. Un lugar de constante trasiego donde cada día cambia algo en su paisaje, siempre hay nuevos buques mercantes, transatlánticos, nuevas construcciones, superficies repletas de vehículos con destino hacia el extranjero, contenedores apilados esperando para su próxima expedición. El movimiento y el cambio son la esencia de estos espacios portuarios.
Así como en una entrada anterior, al hablar de la movilidad en las terminales portuarias de contenedores, hice especial hincapié en que los principales factores en estas instalaciones son la productividad y la eficiencia moviendo cajas de mercancías, en las terminales de pasajeros creo que los factores centrales se basan en la seguridad y la accesibilidad para sus clientes.
Cualquier instalación portuaria de cierta entidad tiene tres aspectos estratégicos para un funcionamiento correcto : la salud, la seguridad (prevención) y la seguridad (protección) (Health, Safety and Security), sin ellos difícilmente habrá buena productividad ni rendimiento. En el sector del trasporte marítimo la prevención se refiere a todos aquellos aspectos vinculados con las instalaciones, los lugares de trabajo, los materiales que se utilizan, los equipos de trabajo, la tripulación y los pasajeros, mientras que la protección se refiere a todos aquellos aspectos que tienen que ver con los actos ilícitos que se pueden cometer contra las instalaciones portuarias o los barcos con un carácter doloso y peligroso sobre los bienes y personas que allí se encuentran. Ya hace tiempo que diversos convenios internacionales y directivas europeas regulan todos los aspectos vinculados con estos temas, creando procedimientos y normativas como por ejemplo el reglamento SOLAS o el código ISPS.
Las autoridades portuarias, responsables centrales de todas las instalaciones que hay dentro de un puerto, tienen dos tipos de clientes: las embarcaciones y las empresas que les prestan servicios. Sobre los primeros el administrador del puerto aplica unas tarifas a cada buques por atracar o por fondear, y también aplica tarifas por el tipo de mercancías o por los pasajeros que transportan; mientras que a los segundos -las empresas de servicios- les cobra un canon o alquiler por el uso temporal que hacen del espacio portuario. Las empresas que explotan las terminales marítimas de las que hablaré en este post están en este segundo grupo. (Ley 48/2003)
Estaciones marítimas de pasajeros
Las estaciones marítimas son terminales porturarias especializadas en el transporte de pasajeros. Las podemos clasificar en tres grandes grupos según el tipo de tráfico al que están vinculadas y el tipo de buque que realice el servicio.- En las estaciones marítimas para el tráfico de corta distancia se utilizan ferrys de pequeñas dimensiones o bien catamaranes. Estas terminales no son muy grandes (en algunos casos es un simple edificio con las oficinas donde se dispensan los billetes de embarque) y suelen tener los servicios indispensables que obliga la ley para prestar este servicio público. (En el puerto de Barcelona encontramos un ejemplo de lo más sencillo en esta categoría con el embarcadero de Las Golondrinas).
- Ya a otro nivel se encuentran las estaciones marítimas que sirven líneas con transbordadores, fast-ferrys de gran tamaño incluso transbordadores con capacidad Roll-On Roll-Off (el transporte rodado se introduce directamente en la embarcación y los conductores pueden viajan como pasajeros en el transbordador). Estas terminales tienen una mayor sofisticación consecuencia de la compleja movilidad en sus instalaciones. Por una parte tenemos la accesibilidad peatonal que debe ser sencilla para la inmensa mayoría de las personas, la terminal debe estar bien conectada con los medios de transporte públicos urbanos: los taxis, el metro y las líneas regulares de autobuses. En España el edificio de recepción de estas terminales debe de adaptarse a las personas con movilidad reducida según la ley 51/2003. Estas instalaciones suele disponer de salas de espera, recepción y chequeo de equipajes, aduanas, policía, servicios públicos, cafetería... El acceso a las embarcaciones normalmente es directo desde la estación, de forma segura, sin escaleras, sin fuertes pendientes, suelen utilizarse pasarelas o fingers peatonales. Y por otra parte para el pasaje que acude a estas terminales con sus vehículos particulares se dispone de áreas de expedición para ordenar su acceso directo al transbordador, pero por un nivel segregado al que acceden los pasajeros peatones. Una vez los vehículos han sido aparcados en el interior del navío, éstos quedan trincados y asegurados con correas para evitar un corrimiento de cargas que pudiera poner en peligro la estabilidad del buque y a sus conductores se les conmina a subir a las plantas superiores con el resto del pasaje durante el resto del trayecto. Cuando se llega al puerto de destino los propietarios de los vehículos deberán regresar a las bodegas y salir del transbordador por los accesos habilitados para ello, siguiendo unos itinerarios por las instalaciones portuarias hasta conectar con la red pública de carreteras.
- En tercer lugar están las grandes terminales marítimas que dan servicio a los cruceros, también conocidos como "hoteles flotantes". En estas instalaciones portuarias se abastecen a inmensos bastimentos con necesidades muy específicas de vitualla, seguridad, confort y con unas necesidades de servicio muy peculiares, pues en estos transatlánticos los desplazamientos están totalmente vinculados al ocio y turismo. En este caso el edificio de la terminal deberá tener mayores dimensiones para poder albergar en momentos muy puntuales importantes flujos humanos convocados con el inicio o el fin de las rutas. Estas estaciones marítimas disponen de todos los servicios mencionados anteriormente para las estaciones de transbordadores, pero además se potencian los servicios de atención y asistencia al cliente. En estas terminales se tiene que dar respuesta a funciones adicionales ya que son servicios que no realizan una simple función de transporte. Aquí el viaje tiene un valor añadido en si mismo: el crucero significa tiempo de desplazamiento y ocio, por tanto también se realizan labores de recepción y asignación como en cualquier hotel. En estas terminales el automóvil no juega la misma función que en el caso de los transbordadores, pues no viaja con el pasaje sino que suele quedarse en la estación de origen, dentro de un parking, hasta el retorno del crucerista. Sin embargo en estas terminales para transatlánticos suele haber un transporte "ad hoc" para ese turismo, que complementa el transporte público mencionado anteriormente al hablar de otras terminales. El transporte específico de estas terminales realiza una gestión de autobuses, microbuses y taxis que juegan un rol muy especializado y con el que se resuelven los puntuales problemas de movilidad que genera los cruceros. En estas terminales se mueven miles de personas en muy poco tiempo a través de las instalaciones portuarias, produciendo puntuales congestiones, tanto en el interior del puerto como en sus accesos. Tampoco podemos olvidarnos de la movilidad generada dentro del puerto para abastecer estos navíos, cuyas necesidades requieren importantes cantidades de productos (muchos de ellos perecederos) servidos por camiones y furgones de diversos tamaños y características, en un corto periodo de tiempo. Supone todo un reto logístico.
En estas instalaciones las autoridades portuarias y las compañías marítimas se preocupan constantemente en potenciar aspectos fundamentales de prevención y protección, es decir la seguridad. El negocio en este caso no se centra en el transporte de las mercancías (aunque con los transbordadores también se transportan los vehículos con sus cargas), sino que gira en torno al transporte de personas, y por lo tanto se trata de un tráfico en el que hay que primar la seguridad. Otro aspecto destacable especialmente en lo referente al diseño es el cuidado por una buena accesibilidad del pasaje en este tipo de instalaciones, con una total segregación entre el pasaje peatonal y el pasaje motorizado.
El transporte de pasajeros en cruceros presenta unas características particulares, como es la elaboración de una oferta adicional con unos servicios vinculados al viaje y al ocio que satisfagan al cliente de manera que le induzcan a repetir la experiencia. Se acerca el verano, tal vez estas vacaciones ya toque hacer un crucero. Por desgracia para mí esta frase sólo se queda en un desideratum.
El transporte de pasajeros en cruceros presenta unas características particulares, como es la elaboración de una oferta adicional con unos servicios vinculados al viaje y al ocio que satisfagan al cliente de manera que le induzcan a repetir la experiencia. Se acerca el verano, tal vez estas vacaciones ya toque hacer un crucero. Por desgracia para mí esta frase sólo se queda en un desideratum.
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