Una de las consecuencias negativas del transporte terrestre es la contaminación en nuestra atmósfera con productos tóxicos. El motor de explosión interna al modificar la energía de los combustibles fósiles en movimiento también genera y emite subproductos como calor y gases que son expulsados a la atmósfera. La polución del aire producida por estos vehículos se considera un coste externo, pues sus repercusiones son asumidas fundamentalmente por quienes no las han generado. Aproximadamente una cuarta parte de la población europea vive a menos de 500 metros de carreteras que suelen tener un tráfico superior a los tres millones de vehículos al año (Libro Verde del Transporte de la UE).
Principales contaminantes atmosféricos
Actualmente los productos químicos procedentes de la combustión producida por los automóviles son los más controlados por las administraciones públicas para conocer el nivel de contaminación (por inmisión) en las zonas más urbanizadas y pobladas. Los principales agentes contaminantes son:
- Los óxidos de nitrógeno (NOx) que favorecen la creación de ozono troposférico -a nivel del suelo- y produce smog fotoquímico por combinación de NOx y COV. Pueden provocar determinadas infecciones respiratorias y también asma. En contacto con vapor de agua producen lluvias ácidas.
- El monóxido de carbono (CO) reacciona con la hemoglobina e interfiere de forma negativa en la cantidad de oxígeno que hay en la sangre de cualquier ser vivo. Respirar este gas puede causar la muerte por envenenamiento.
- El dióxido de azufre (SO2) es un agente tóxico para las vías respiratorias. Altamente contaminante en contacto con el vapor de agua de la atmósfera provoca lluvias ácidas muy nocivas en determinados hábitats.
- Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son productos que se producen por la combustión de los vehículos y que en el aire, a temperatura ambiente, puede llegar a producir por ejemplo benceno, un producto altamente cancerígeno. Los COV también contribuyen a la formación de smog fotoquímico en las capas bajas de la atmósfera.
- Y por último tenemos las partículas en suspensión inferiores a 2,5 o a 10 micras. Estas partículas en suspensión son capaces de provocar diversas enfermedades respiratorias, cardiovasculares, alergias e incluso cáncer.
En este listado no he incluido los contaminantes GHG (greenhouse gases) o GEI (gases efecto invernadero) los auténticos catalizadores del cambio climático, pues no tienen efectos tóxicos directos en los seres humanos. A ellos les dedicaré próximamente un artículo en este blog.
Consecuencias de la polución atmosférica
Las consecuencias en la salud de los ciudadanos que se ven sometidos a una elevada incidencia de estos contaminantes durante un periodo de tiempo prolongado suelen ser graves y los costes económicos que la sociedad debe asumir para atenderlos son muy elevados. Existen estudios que destacan el hecho de que es la población infantil el grupo de población más vulnerable a la contaminación atmosférica, produciendo diversos problemas respiratorios, especialmente asma. También se detecta una fuerte correlación entre zonas de elevados índices de pobreza con los problemas medioambientales, por ejemplo las áreas con mayores concentraciones de tráfico rodado suelen ser las que tienen un menor índice de propietarios de automóviles. No es equitativa la carga de las consecuencias entre quienes las producen y quienes las padecen.
Las infecciones respiratorias y las insuficiencias cardiovasculares en los seres humanos pueden ser consecuencias directas de la polución atmosférica y son las que tienen mayores costes económicos y personales. Pero también existen otras consecuencias materiales de la contaminación atmosférica, por ejemplo la degradación de las fachadas de los edificios en las grandes ciudades, la suciedad acumulada por el polvo en suspensión, los procesos de corrosión producidos por óxidos nitrosos o de acidificación producidos por dióxido de azufre, o bien los daños que se ocasionan en las cosechas por exceso de ozono, óxidos nitrosos y dióxidos de azufre en la atmósfera. La contaminación atmosférica también tiene efectos sobre muchas especies vivas, por ejemplo los procesos de acidificación por NOx y SO2 y la aparición de lluvias ácidas que tiene graves impactos negativos en los bosques europeos y norteamericanos. Se tiene constancia de procesos de eutrofización por acumulación de NOx y NH3 muy negativos para la biodiversidad en diversos hábitats de nuestro planeta.
Costes que produce la polución atmosférica producida por el transporte
En un estudio publicado el año 2011 sobre los costes externos del transporte, se estimó que en Europa la polución atmosférica suponía el 10,4% del total de los costes externos producidos por el transporte de pasajeros y mercancías. En la siguiente tabla, extraída de dicho estudio, se aprecia el peso que tiene la polución atmosférica producida por el transporte en carretera si lo comparamos con otros modos de transporte.
ESTIMACIÓN COSTES EXTERNOS ANUALES POR POLUCIÓN ATMOSFÉRICA. UNIÓN EUROPEA (de los 27*) 2008
| ||||
Transporte por carretera | Transporte por FF.CC. | Transporte por avión | Transporte fluvial | |
Transporte de pasajeros (€ / 1.000 personas * km) |
5,7
|
2,6
|
0,9
|
-
|
Transporte de pasajeros (Millones €) |
31.670
|
1.090
|
430
|
-
|
Transporte de mercancías (€ / 1.000 tn * km) |
8,4
|
1,1
|
-
|
5,4
|
Transporte de mercancías (Millones €) |
18.930
|
490
|
-
|
780
|
Fuente: European cost of transport in Europe . Update study for 2008
CE Delft, INFRA, Fraunhofer (November 2011)
*No incluye a Malta y Chipre y sí a Noruega y Suiza
|
En 1999 la Comisión Europea, con la colaboración de la Universidad de Karlsruhe, elaboró un estudio cuyo objetivo era desarrollar una metodología de cálculo de los costes externos generados por los medios de transporte en Europa, conocido bajo las siglas INFRA/IWW. Los resultados que se obtuvieron fueron actualizados posteriormente en el año 2004 y también en el 2008.
La evolución de los datos en las diversas actualizaciones que se han hecho con estos estudios resulta muy significativa, pues los costes por polución atmosférica se han reducido entre el informe del año 2004 y el más reciente del 2008 en un 50%. La explicación de esta reducción hay que buscarla en diversos factores que los autores del informe se encargan de describir como: una menor generación de partículas en suspensión de 10 micras por las constantes mejoras tecnológicas de los automóviles y camiones, como consecuencia del desarrollo de la legislación europea (EURO I a EURO V). Pero también por el cambio de la metodología para calcular la estimación de los costes externos, pues se ha pasado de una metodología aplicada en los primeros informes denominada "bottom-up" basada en las emisiones y sus impactos, a otra denominada "top-down" que se centra en los datos de las personas expuestas a las inmisiones. Otro importante factor que ha modificado los resultados del estudio más reciente es la inclusión de los nuevos miembros de la Unión Europea.
Parece que todavía estamos en un proceso de ajuste en el cálculo de los costes de la contaminación atmosférica provocada por los diferentes medios de transporte.
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