MOVEITER: Costes externos del transporte terrestre 4/6 : la contaminación acústica

La rueda estropeada del carro es la que más ruido hace.

(Esopo)

Cuando se habla de contaminación ambiental pensamos en los componentes químicos liberados al aire por los tubos de escape de los automóviles, de las chimeneas, de las toberas de los aviones, pero dentro de la contaminación ambiental también tenemos que incluir la contaminación acústica.

Antes de entrar en materia, será bueno recordar qué diferencia hay entre sonido y ruido. "El sonido es la sensación auditiva producida por una onda acústica. Cualquier sonido complejo puede considerarse como resultado de la adición de varios sonidos producidos por ondas senoidales simultáneas.". (Norma Básica de Edificación-CA-88) "El ruido es el conjunto de sonidos que adquieren para el hombre un carácter efectivo desagradable y más o menos inadmisible a causa sobre todo de las molestias, fatiga, perturbación y, en su caso, el dolor que produce." (Capítulo 4 de la Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 17 de mayo de 1977).

El oído humano detecta un determinado rango de variaciones de la presión acústica que va desde los 20x10^-6 pascales hasta los 200 pascales, o lo que es lo mismo, desde los 0 hasta los 140 decibelios, 140 dB(A) es el umbral del dolor para nuestros oídos, si se está mucho tiempo expuesto a ese umbral del dolor se pueden producir pérdidas de audición permanentes. Una exposición excesiva a un ruido por encima de los 90 decibelios puede llegar a provocar sordera parcial, cuyos síntomas no suelen ser dolorosos, y por lo tanto no nos damos cuenta de su evolución negativa hasta que los niveles ya son demasiado perceptibles. El límite de confort acústico para el ser humano se establece en los 55 decibelios, por encima de este nivel de presión acústica comienzan las molestias para muchas personas.

Características de la contaminación acústica

España, tras Japón, es uno de los países más ruidosos del mundo, según la Organización Mundial de la Salud. El 70% de la población española soporta diariamente en algún momento niveles de ruido superiores a los 65 decibelios.

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Una característica muy importante de la contaminación ambiental acústica es la variación del ruido en el tiempo, además en el momento que deja/n de emitir la/s fuente/s emisora/s desaparece la contaminación. Otro aspecto significativo es que la contaminación se disipa proporcionalmente en relación a la distancia del foco emisor si no hay barreras que lo modifiquen.

Las principales fuentes de contaminación acústica, por orden de importancia, son el tráfico rodado, las actividades industriales, el ferrocarril y los aeropuertos, en menor medida otras actividades humanas (aquí se puede incluir el televisor del vecino con el volumen alto o el "botellón" que se organiza cerca de casa los sábados por la noche).

La composición del espectro sonoro del ruido producido por el tráfico rodado se configura en base a múltiples factores:

El tipo de vehículo que produce las emisiones: los filtros que tenga, la potencia del motor, la vibración de sus componentes, el material de los neumáticos.
El tipo de conducción que practique el conductor: los acelerones, los frenazos, el mayor o menor gusto por usar el claxon, la mejor o peor utilización de marchas cortas y largas.
La intensidad del tráfico en la zona, ya que la contaminación acústica se desplaza con su fuente emisora, pero cuando el tráfico es muy denso se mantiene e incluso se incrementa.
El estado del firme determinará que las rodaduras produzcan más o meno ruido. Los badenes y otros elementos que se colocan sobre el asfalto.
Los sistemas de regulación del tráfico también inciden en la contaminación. En un cruce no se produce la misma contaminación acústica si éste está regulado por semáforos o por una rotonda.
La estructura urbana que configura las calzadas determina un mayor o menor impacto de las fuentes emisoras, pues hay factores que potencian la contaminación, como por ejemplo que la calle tenga fachadas elevadas y muy compactas, o que sean calles de suburbios urbanos o autovías donde hay más espacio y el sonido se disipa más fácilmente.
La velocidad que se puede alcanzar con los vehículos según sea la trazada de la vía pública también determina el nivel de ruido.
El mantenimiento que se haga del vehículo.
Con el ferrocarril el principal problema respecto al ruidos está en la interacción raíl-rueda, cuyo nivel de emisión depende de la velocidad y la carga.

Legislación sobre el ruido

En Europa desde hace años se estableció todo un bloque legislativo que encauzó la problemática generada por los ruidos en nuestra sociedad y sus consecuencias jurídicas. Se trata de toda una serie de directivas europeas que definieron los niveles sonoros admisibles en vehículos a motor, los niveles de ruido que pueden producir la rodadura de los neumáticos, el ruido que pueden generar los aviones en las zonas aeroportuarias, los niveles sonoros de los ferrocarriles y de las embarcaciones, la elaboración de mapas del ruido y sus planes de acción... La directiva europea 2003/10/CE sobre las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de los agentes físicos (ruido), que en España se tradujo en la aprobación de la ley del ruido (RDL 37/2003) y en un decreto complementario (RD 286/2006) ha sido donde se han concretado los criterios técnicos y jurídicos referentes a los peligros y las consecuencias de la contaminación acústica.

Consecuencias y costes del ruido producido por el transporte

El ruido tiene consecuencias fisiopatológicas según el nivel de presión auditiva. Por encima de los 60 dB(A) las personas pueden sufrir parpadeo acelerado, taquicardia, un incremento de la respiración o de la presión arterial, dolor de cabeza. Si el nivel de ruido es superior a los 80 dB(A) puede provocar en las personas gastritis o problemas cardiovasculares. Se pueden producir problemas psicopatológicos como: insomnio, fatiga mental, estrés, histeria, inhibición sexual. El ruido incrementa la agresividad de las personas, irrita sobre todo si no se puede controlar la fuente emisora que lo ocasiona. El ruido también puede generar inquietud e inseguridad, reduce la atención y la capacidad de memorizar. Durante la infancia el ruido repercute especialmente el grado de sociabilidad y el rendimiento académico de los más pequeños.

Otra consecuencia de un ambiente ruidoso es la dificultad de comunicación oral entre las personas, sobre todo en el rango de frecuencias de 500 a 2500 Hz provocando normalmente situaciones molestas que pueden llegar a convertirse peligrosas en determinados ámbitos, especialmente el laboral.

El ruido no afecta sólo a las persona, la contaminación acústica que se genera cerca de las carreteras y autovías o en los aeropuertos ocasiona perjuicios a los animales que habitan en las proximidades. Hay estudios sobre el impacto que producen en la fauna silvestre, los cuales demuestran el mayor estrés que sufren los animales a consecuencia del ruido, aunque sean inferiores a los límites que, como hemos visto antes, pueden afectar a los seres humanos. Por ejemplo las aves canoras son muy sensibles a los niveles de ruido; por encima de 42 decibelios las aves se alejan como consecuencia de las molestias acústicas producidas por el tráfico rodado, si el nivel acústico es mayor pueden aparecer problemas reproductivos para determinadas especies al no poder atraer o mantener a la pareja a través de sus cantos. (R. Reijnen y R. Foppen (1994) Journal of Applied Ecology 31:85-94)

La siguiente tabla muestra una estimación de los costes que produce la contaminación acústica procedente del transporte europeo.

*ESTIMACIÓN COSTES EXTERNOS ANUALES POR CONTAMINACIÓN ACÚSTICA. UNIÓN EUROPEA (de los 27) 2008**
	Transporte por carretera	Transporte por FF.CC.	Transporte por avión	Transporte fluvial
Transporte de pasajeros (€ / 1.000 personas * km)	2,0	1,2	1,0	-
Transporte de pasajeros (Millones €)	11.142	477	430	-
Transporte de mercancías (€ / 1.000 tn * km)	2,6	0,2	-	0,6
Transporte de mercancías (Millones €)	5.631	476	-	-
Fuente: European cost of transport in Europe. Update study for 2008 CE Delft, INFRA, Fraunhofer (November 2011) *No incluye a Malta y Chipre y sí a Noruega y Suiza

¿Qué medidas preventivas podemos adoptar contra el ruido producido por el transporte terrestre?

Realizar un correcto mantenimiento de nuestro vehículo.
Respetar los límites de velocidad.
Practicar una conducción ecológica i/o económica.
Usar estrictamente lo necesario el claxon del vehículo.
Utilizar el transporte público y practicar una movilidad activa (caminar o ir en bicicleta en los desplazamientos dentro de la ciudad).
Elaborar mapas del ruido que ayuden a diseñar una política de actuación concreta contra contaminación acústica, reduciendo la masificación de los vehículos de motor en el interior de las ciudades.
Modificar las normativas urbanísticas y de construcción, utilizando métodos de reducción del ruido ambiental generado por el tráfico.
Potenciar el uso de la electromovilidad que puede ayudar de forma sustancial a la eliminación de la contaminación acústica.