En un post anterior comentaba los avances tecnológicos vinculados a la información que afectarían a la movilidad. Autores como George Amar denominan softmovilidad a la que habrá que incluir la electromovilidad y la ecomovilidad, así como los cambios que se avecinen con los medios de transporte a los que dedicaré un artículo del futuro. El tema de este post es hablar de los cambios que se generan en las relaciones sociales con la introducción de las nuevas tecnologías de la información.
Relaciones sociales que día a día observamos cómo se va consolidando la sociedad en red. Si no tienes WhatsApp no estás "in". Reconozco que todavía estoy "out" en estos temas y no sé cuánto tiempo lograré resistir, pues la presión social es muy fuerte. Soy de la opinión que el día solo tiene 24 horas y cada red social requiere su tiempo para gestionarla si no queremos convertirnos en zombis digitales.
Decir que hemos cambiado nuestra forma de conversar es algo pretencioso, sería más preciso reconocer que hemos ampliado nuestra forma de conversar. Conversamos compartiendo nuestra información de forma grupal en comunidad (foros, time-life, grupos de conversación...) a la que añadimos información digital multimedia para complementar nuestro mensaje. Bruno Marzloff lo define como el tercer espacio que es capaz de romper los clásicos binomios (trabajo-casa) o (local-global), pues en ese tercer espacio virtual se crean nuevas formas de organización mucho más flexibles, accesibles las 24 horas del día, los 365 días del año, en cualquier dispositivo móvil digital, que propicia el trabajo colaborativo en comunidad. Estas tendencias también sé reflejan en nuestra forma de desplazarnos.
sábado, 15 de marzo de 2014
Tendencias hacia una movilidad más inteligente
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sábado, 1 de marzo de 2014
Los contrastes de la movilidad cubana y el cometa Halley
El parque de vehículos cubano es uno de los más antiguos del mundo. Visitar cualquiera de sus ciudades es un viaje a un pasado ecléctico donde conviven los antiguos “almendrones” de mediados del siglo XX: Chevrolet, Cadillac, Pontiac, Ford… comprados antes de la revolución del 1959, junto con los automóviles soviéticos y chinos adquiridos en el periodo de la revolución donde Ladas y Geely persisten por las calles tropicales junto a los de importación japonesa como Toyota, Hyundai, Honda o los europeos Volswagen, Mercedes y Renault, entre otros. Un paraíso para los amantes de las cuatro ruedas, que se sentirán dentro de un inmenso museo del automóvil, donde no se tendrán que conformar con verlos sino que podrán usarlos y viajar con ellos.
¡Pedazo de "almendrón"! Todavía conserva su encanto. |
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